Igualdad de género: “No se puede construir una organización democrática si deja por fuera a la inmensa mayoría de sus miembros”

Igualdad de género: “No se puede construir una organización democrática si deja por fuera a la inmensa mayoría de sus miembros”
Honduras

El Encuentro “Mujeres en Espacios de Poder” sigue en curso. En su segundo día, las afiliadas a la IEAL de Centroamérica, México y República Dominicana plantearán las bases para una Política de Igualdad interna. ¿Qué elementos debería considerar esa Política? Entrevistamos a María Teresa Cabrera, ex-integrante del Comité Ejecutivo Mundial de la IE y ex-presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores sobre el tema.

¿Que necesitan las mujeres sindicalistas para ocupar puestos de poder y decisión dentro de su sindicato?

Las mujeres no ocupan puestos de poder en la cantidad que representan en la base de su sindicato por razones de culturales e ideológicas, que penetran las relaciones sociales de poder, privilegiando la masculinidad. Esto hace que las mujeres, aún teniendo condiciones, trabajando igual o más que los hombres, siendo mayoría, estén prácticamente ausentes en esos puestos. Para que las mujeres puedan ocupar los espacios en condiciones de igualdad, se necesita que esa cultura sea erradicada, y construir una nueva cultura de poder más simétrica, igualitaria y equitativa.

 

¿Qué contenidos claves debe tener la política de igualdad dentro de las organizaciones sindicales?

La política primero debe poseer un marco teórico conceptual que permita comprender de manera consciente que el problema de la desigualdad existe, que es sistémico, cultural, y hay que posibilitar que se visualice cómo la cultura organizacional está dominada por esa visión patriarcal. Luego, tiene que haber una clara determinación de establecer medidas de discriminación positiva, afirmativa, que hagan que vayamos rompiendo esa cultura. Hay que visibilizar los factores externos a la organización, pero también los internos, y hacer que eso forme parte de los compromisos concretos orientados a transformar, como por ejemplo las cuotas. Se debe comenzar estableciendo cuotas en los espacios de dirección de las organizaciones sindicales. Ese es un compromiso que las organizaciones debe asumir entendiendo la gravedad del problema.

 

¿Que necesita una organización para desarrollar una política de igualdad?

Lo primero es lograr conciencia del problema. No se puede construir una organización democrática si deja por fuera a la inmensa mayoría de sus miembros. Las maestras son el 70-80% y hasta en algunos casos el 85% de las organizaciones magisteriales, y mujeres no tiene participación en los espacios de dirección donde se toman las decisiones relevantes. Evidentemente eso no es democrático. Además, tiene que haber una clara voluntad política de la organización para poner en marcha una Política de Igualdad. Sin voluntad política, puedes hacer sumas de actividades sin una articulación lógica, pero no son una verdadera política. Pasa también por financiar esa política, por generar disponibilidad de recursos y crear condiciones propicias para que las compañeras puedan participar.

 

¿Qué relevancia tiene en este momento histórico concretar una política de igualdad dentro de los sindicatos?

A mí me parece extraordinariamente relevante porque América Latina está sufriendo en este momento un proceso de regresión política de la ola progresista que comenzó a vivir. Estamos retornando a gobiernos de corte conservador, reaccionario. Por lo tanto, en ese contexto histórico político, avanzar en la construcción de la igualdad de los sindicatos docentes, adquiere una importancia supremamente mayor.

 

¿Cuál sería el impacto positivo de la política de igualdad para el cumplimiento de los objetivos del movimiento sindical?

Los sindicatos podrían realmente demostrar que son organizaciones democráticas al construir su democracia interna y por lo tanto colocarse en mejores condiciones de hacer reclamos. Pueden ser referentes, hablar con autoridad moral y ganar apoyo en la sociedad en la lucha por construir la democracia en un sentido general. El impacto es muy positivo en el ejercicio de los derechos, en una agenda que guarde relación esas aspiraciones democráticas de la sociedad por la que todos los pueblos latinoamericanos han luchado muchísimo. El impacto sería una transformación en la cultura, en los estilos y las prácticas de dirección, en la agenda y en la incidencia de nuestras organizaciones sindicales en la sociedad.

Las respuestas en este texto son un resumen de las ideas de la entrevistada. María Teresa Cabrera se desempeña actualmente como profesora universitaria y participa en el encuentro “Mujeres en Espacios de Poder” de la RED de Trabajadoras de la Educación, con una exposición que puede descargar aquí.