Jóvenes docentes impulsan propuestas para fortalecer el sindicalismo de la educación

En el marco del III Encuentro Regional ¡Por la Pública!, se desarrolló el panel “Representar, organizar y movilizar a las juventudes”, un espacio importante para visibilizar a las juventudes como actores clave en la construcción de un sindicalismo democrático y comprometido con la defensa del derecho a la educación pública.
Tras varios encuentros virtuales en los últimos años, esta fue la primera vez que un grupo de jóvenes docentes se reunió de manera presencial como parte de una actividad regional de la organización. Previo al panel, las y los jóvenes tuvieron un espacio propio de diálogo, donde identificaron sus principales preocupaciones, establecieron prioridades y definieron quiénes serían sus representantes en la mesa de discusión.
El panel estuvo integrado por Bruno Vital y Luiz Kreham, de la CNTE de Brasil; Liset Campos, de ASPU Colombia; Mauricio Hernández, de la ADP República Dominicana; y Ayelen Díaz, de CONADU Argentina. Cada intervención permitió dar cuenta de los desafíos que enfrentan las juventudes trabajadoras de la educación en la región y de las propuestas que vienen construyendo desde sus sindicatos.
Bruno Vital y Luiz Kreham compartieron la experiencia de la CNTE desde el Departamento de Juventud de la organización, con estrategias como el Concurso Juventud que Cambia la Educación, que permitió formar a jóvenes en más de 30 sindicatos e impulsar reuniones locales y regionales. Además, presentaron la Investigación sobre el perfil de la Juventud Trabajadora, basada en más de 1.000 entrevistas, la cual reveló datos clave sobre la participación de docentes jóvenes, la elevada proporción de contratos temporales, la precarización laboral y las razones por las que muchos no se sindicalizan, entre ellas la falta de tiempo y el desconocimiento de los procesos sindicales. Las conclusiones subrayan la necesidad de fortalecer la acción sindical en torno a la carrera docente, las políticas de integración, la infancia, el género, la raza y la diversidad. La presentación de esta investigación sirvió, además, como ejemplo para que otras organizaciones recopilen datos sobre la situación de los y las trabajadoras jóvenes en sus respectivos países.
Por su parte, Liset Campos resaltó la necesidad de colocar la precarización del trabajo como eje central de la agenda sindical juvenil. Subrayó los efectos del neoliberalismo en las nuevas generaciones de trabajadores y trabajadoras de la educación, quienes enfrentan inestabilidad, salarios insuficientes y condiciones laborales poco seguras. Señaló además que la respuesta sindical debe incluir mayor financiamiento educativo, condiciones de trabajo dignas y una construcción colectiva en red que apunte a un proyecto político común.
Desde la ADP de República Dominicana, Mauricio Hernández puso sobre la mesa la importancia de atender la salud mental de las y los trabajadores de la educación, especialmente en un contexto donde han aumentado los niveles de suicidio tras la pandemia. Advirtió que la sobrecarga laboral y la falta de identidad sindical generan vulnerabilidad entre las y los jóvenes, lo que demanda nuevas estrategias de formación político-sindical que les permitan fortalecer su rol en la vida sindical y en las luchas socioeducativas.
Finalmente, Ayelen Díaz, de CONADU Argentina, planteó que las juventudes sindicalistas de hoy son hijas de la democracia y del legado de las luchas sociales que restituyeron derechos. En su intervención enfatizó los principios innegociables de este colectivo: trabajo docente decente con salarios dignos, perspectiva feminista y de diversidad, inclusión plena de todas las personas, y políticas ambientales críticas que cuestionen los modelos de producción.
Al cierre de su intervención, Díaz llamó a construir un espacio de trabajo permanente sobre juventudes dentro de la IEAL, recordando que las y los jóvenes no son el futuro del sindicalismo, sino parte activa de su presente. Propuso que este espacio no debe incluir solo a personas jóvenes sino también a integrantes de otras edades para que se convierta en un espacio que facilite el intercambio intergeneracional.
El panel dejó en evidencia la fuerza, claridad política y compromiso de las juventudes trabajadoras de la educación en América Latina. Su participación en el III Encuentro Regional ¡Por la Pública! marca un punto de partida para seguir construyendo, desde la diversidad y la unidad, una agenda sindical que dé respuestas a sus realidades, que fortalezca la defensa de la educación pública en la región y que asegure el legado del sindicalismo de la educación.