Docentes en Argentina: La represión es el límite

Docentes en Argentina: La represión es el límite
Argentina

La Confederación de Trabajadores de la Educación Argentina (CTERA), afiliada a la Internacional de la Educación, principal federación docente de Argentina, y los maestros de colegios privados del Sadop lanzaron un paro de 24 horas para el martes, en repudio a la represión contra los maestros que pedían aumentos de salarios en Chubut y Corrientes. Al anunciar la medida, la titular de Ctera e integrante del Ejecutivo Mundial de la Internacional de la Educación, Sonia Alesso, repasó el hilo que une la derogación por decreto presidencial de la paritaria federal docente, en enero pasado, con “la imposición de techos salariales en cada una de las provincias donde las paritarias no se cerraron o fueron cerradas por decreto”, “la firma de los pactos fiscales”, que agravaron las crisis financieras de las gobernaciones, “y el acuerdo con el FMI”. “Todo esto hace que en las provincias se profundicen los conflictos. Frente a esto, la única respuesta que se le ocurre al gobierno es la represión”.

La educación pública argentina tendrá así el martes la quinta jornada de paro nacional en lo que va del año, todas realizadas en reclamo por la recuperación de la paritaria federal, pero ahora con el agravante de la violencia sobre los manifestantes. El paro también afectará el dictado de clases en las escuelas de gestión privada.

“Para nosotros la represión es un límite. No vamos a permitir que ningún maestro o trabajador de la Argentina sea reprimido, no queremos volver a vivir la situación que pasamos con nuestro compañero Carlos Fuentealba. Por eso, hemos resuelto un paro nacional para el 3 de julio con movilización en la Capital Federal frente al Ministerio de  Educación, para decirles al ministro (Alejandro) Finocchiaro, a (el presidente Mauricio) Macri y a todos los gobernadores que tienen que resolver los conflictos salariales, poniendo en vigencia la paritaria nacional docente y resolver cada uno de los conflictos provinciales”, señaló Alesso.

La medida de fuerza fue fijada para la semana próxima para garantizar que puedan organizarse y participar de la marcha los maestros de Chubut y Corrientes. En la última movilización grande, la del paro de las CTA y Camioneros, Chubut, que estaba en pleno conflicto con cortes de rutas y tomas de edificios, pudo mandar sólo a un representante, el titular de la CTA provincial, el docente Tomás Montenegro. La idea es para la próxima contar con delegaciones más numerosas y de las dos provincias. 

El Sadop, cuyos docentes sufrieron la represión en Chubut junto a los maestros de Atech y a los estatales, llamó al paro en repudio a que el Estado responda con violencia a sus reclamos. “Los docentes pedimos diálogo sincero y que el ajuste que propone el FMI no lo paguen como siempre los trabajadores”, planteó María Lazzaro, secretaria general del Sadop. “Es imprescindible reabrir la paritaria federal docente”, agregó. El Sadop exigió “a los dueños de los colegios privados que no miren a un costado en esta grave situación económica” y que “se sienten a negociar un convenio colectivo de trabajo para todos los docentes privados”.

La represión en Chubut ocurrió el martes, cuando la policía tiró gas pimienta, balas de goma y agredió con perros a los docentes y estatales que estaban esperando ser atendidos para una reunión paritaria. El ministro de Gobierno, Federico Massoni, defendió el operativo policial intentando culpabilizar a los docentes y estatales. “Gente identificada con varios sindicatos, con presencia de secretarios gremiales, tenían completamente sitiada Casa de Gobierno, con barreras humanas y quema de cubiertas, impidiendo el tránsito, agrediendo en forma verbal y física a quienes querían entrar o salir”, sostuvo. Luego anunció que van a “bajar” la cantidad de policías frente a la Casa de Gobierno “a pedido del gobernador”.

La provocación ocurrió en un escenario en el que nada falta para el estallido. Docentes y estatales tienen congelados sus sueldos desde mediados del año pasado. Este verano, luego del pacto fiscal, la provincia pasó a pagarles en cuotas y con demoras de hasta 20 días.

Estatales y docentes armaron un frente gremial y llevan más de 80 días de acampe en la esquina de la Casa de Gobierno. Ante la falta de respuestas, en las últimas semanas tomaron además pacíficamente edificios públicos como el Ministerio de Educación y supervisiones escolares. Así lograron ser convocados a una negociación. Sin embargo, las propuestas que recibieron hasta ahora fueron rechazadas por insuficientes. Santiago Goodman, secretario general de Atech, adelantó que hoy continuarán las negociaciones, a pesar de la tensión. 

En cuanto a la represión en Corrientes, ocurrió el lunes, día del paro general, cuando los maestros de la provincia intentaban instalar una carpa blanca frente a la Casa de Gobierno para reclamar por aumentos salariales.

Fernando Ramírez, titular del sindicato docente Suteco, advirtió que la gobernación “anunció una mejora del 16 por ciento y promete 300 pesos para julio, pero la inflación este año va a ser del 30 por ciento. Además, los docentes de Corrientes arrastramos una pérdida del 25 por ciento del poder adquisitivo en los últimos dos años. Queremos discutir las mejoras en una mesa paritaria”.