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Las y los docentes del mundo, organizados en la Internacional de la Educación, y todos los sectores que defienden la educación pública como un derecho, cuentan ahora con una herramienta de alcance global para defender la profesión docente y con esto, defender el derecho de nuestros pueblos a contar con acceso a la educación pública. Naciones Unidas, el organismo que reúne a la mayoría de países del mundo, consideró importante pensar el futuro de la profesión docente y los sindicatos de la Internacional de la Educación (IE) contribuyeron a pensar ¿Cuál es el rol del personal docente en nuestros sistemas educativos? ¿Qué deben hacer los gobiernos nacionales para resguardar el futuro de la profesión? Estas son algunas de las preguntas que dieron forma a las “Recomendaciones de las Naciones Unidas sobre la Profesión Docente”.

Las Recomendaciones hacen un llamado a todos los países que son parte de Naciones Unidas a abrir el diálogo colectivo con las personas trabajadoras de la educación para generar políticas públicas que resguarden y garanticen el futuro del derecho a la educación pública en sus territorios. El Movimiento Pedagógico Latinoamericano, impulsado por la IE en América Latina, ha defendido que la experiencia de las personas docentes y el conocimiento que ellas construyen día a día en el aula, debe ser la base para definir y actualizar la política educativa. Por eso, los gobiernos deben abrir el diálogo con las y los educadores para planificar la implementación de estas Recomendaciones. En este diálogo se debe enfatizar que la estabilidad laboral y la dignificación de las condiciones de trabajo de las y los docentes, son variables con un impacto pedagógico.